miércoles, 11 de febrero de 2009

La edicióm digital (III)



A finales del pasado año, L’Associació d’Editors del País Valencià, (una buena página, que está en valenciano pero se entiende muy bien), organizó en el Monasterio de San Miguel de Los Reyes, el Fòrum Digital del Llibre Valenciá.
Hubo invitados de lujo de los cuales voy a reseñar algunas ideas que vienen bien para las reflexiones de estos días.
José Antonio Millán abrió el acto destacando la transformación que va a tener la edición en papel. Afirmó que "al contrario que el libro en papel el digital está constantemente en construcción".
Este aspecto es muy importante para los editores de contenidos profesionales, académicos y científicos (aunque no cabría descartar que una novela se pueda reescribir varias veces su final). Aquellos que aún están pensando en el soporte de los CD Rom y DVD's, dentro de unos años se quedarán obsoletos.
El camino va por un Soporte Electrónico de Contenidos (SEC) donde lo que se vea u oiga sea multimedia: leer mientras oyes la 5ª Sinfonía, o tener un hipervínculo a un video con una entrevista al autor, o hacer tus propias anotaciones que puedes enviarle al autor por correo-e, o suscribirte al catálogo de una editorial digital.
Por otro parte, estuvo presente el editor de contenido digital de Anaya, Carlos San José, el cual se decantó por el formato XML para la digitalización de libros. Así mismo, manifestó que la edición digital ofrecerá oportunidades a obras de autores que de otro modo no se editarían.

Aclaremos este concepto de XML. Esto ni más ni menos con un software multiplataforma. Es decir, al igual que el HTML de las página web, se adapta al tamaño de la pantalla sin tener que hacer ajustes. El XML permite editar los libros-e sin pensar en ningún dispositivo específico. igual da Kindle, Papyrus, Sony,...o un iPod (que algunos piensan que será la máquina del futuro).
La utilización de este formato optimiza los costes ya que no hay porque adatarse a ninguna máquina específica.
El pasado 13 de enero, hubo un encuentro de editores en New York (no recuerdo haber leído la presencia de ningún español), en el que se manifestaron distintas posiciones. Según publica Publishers Weekly, el delegado de Hachette Book Group, David Young, afirmó que su grupo se decanta claramente por este formato, manifestando que "según los últimos estudios en el mundo hay 3.000 millones de aparatos de bolsillo, lo que significa 3.000 millones de páginas en blanco".
La representante de Harper Collins, dijo que su grupo había pasado de la cautela a la apuesta decidida. publicando todo el catálogo también en e-book.
Evan Schnittman de Oxford University Press, se refirió a las ventajas del XML para mejorar los resultados de las búsquedas en Google, ya que la capacidad de poner los libros y otros documentos en fragmentos (chunks) incremente las posibilidades de que sean localizados mediantes búsquedas normales y no a través de Google Book Search.
Como vemos uno de los aspectos principales para la edición digital es escoger bien el formato en el que queremos que nuestros libros-e se editen. Sin embargo, hay muchos editores que pueden avanzar un paso mientras desenredan el nudo gordiano, ya que tienen el formato PDF a mano (en la tripa de sus ordenadores), y con ello pueden tener resuelto, en un primer momento, un problema que gravita sobre la decisión a tomar.
Tenemos que cambiar el chips y pensar de otro modo. ¿Alguien sabe en cuantos años hemos pasado del fotolito al PDF, y este directamente al CTF, y luego (ahora) al CTP? Yo he buscado en mis archivos y tengo todavía la presentación en el Aula de Formación de la Asociación de Editores de Madrid, con fecha ¡¡¡mayo de 2004!!!
Para terminar por hoy, unos datos refrescantes: El IDPF ha publicado el informe de ventas de libros-e en EE.UU. (único país con datos económicos) . El pasado mes de noviembre las ventas han aumentado un 108% en tasa interanual respecto al mismo mes del 2007, mientras las ventas del papel han bajado un 20%.

Jorge Ruiz


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que debes ser el único editor enterado. Aún me acuerdo del día que tu y yo abordamos a un jefazo de Santillana... Le preguntamos por el eboock en la idea de que si alguien en España estaría probando formatos y cacharros era él. Respuesta: Nuestra prioridad ahora es el mercado boliviano, esto del eboock me pilla muy mayor.... ¡Que inventen ellos¡

Es por esa razón que no creo mucho en el libro elec. El libro no es sólo imprimir, no es solo soporte. Esencialmente es la distribución, ahí se generan las plusvalías y, por si solo, el sector no cambiará de un modelo rentable a otro que vete a saber tú. Creo que el campanazo vendrá por el Diario electrónico (hasta hace poco pensaba que sería el libro de texto, pero ya no). Aplicado a la narrativa. Hmmmm... hombre algo habrá, pero el modelo está condenado a coexistir con el papel no cambiará apenas. No mientras el contenido valga más que el continente.

Anónimo dijo...

Llevo días leyendo noticias sobre los porcentajes de incremento de las ventas de los libros electrónicos como si fueran la panacea y la razón por la que todos los editores tendríamos que ponernos como locos a hacerlos.

Como si fuéramos tontos.

Comprendo que eso le interese a los lectores que no gastan en libros, a los editores de empresas gigantes que miran más por las cuentas del año que viene que por las de dentro de 10 años, pues no saben dónde estarán entonces...

¿Pero el resto nos vamos a dejar llevar por estos cantos de sirena? ¿Vamos a dejar que el dinero que generamos se lo lleven los fabricantes de electrónica con sus aparatos? ¿Que pasemos de vender los libros de 20 euros a 5 y luego a nada?

¿No tenemos suficiente escarmiento con lo que ha ocurrido en el mundo de la música? ¿Queremos que nos ocurra lo mismo?

Porque estoy todavía por leer que alguien haga la siguiente cuenta: incremento del 108% sobre 1.000 euros, igual a 2080 euros. Bajada del 20% sobre 100.000 euros, igual a 20.000 euros. Una subida de 1.080 frente a una bajada de 20.000. Y estoy redondeando MUCHO por lo bajo...

¿Somos tontos o nos lo hacemos?

Juan Carlos

Anónimo dijo...

Hola Sim, todavía tiene que pasar mucho tiempo para que se aclaren las cosas, pero el debate está abierto y si alguien piensa que se puede parar los avances tecnológicos no sabes donde está.
Hola Juan Carlos, yo no se donde estará el dinero que producimos, pero probablemente los escritores (que casi nadies se acuerda de ellos) estarán más contentos, porque a menores costes se redistribuirán más adecuadamente los beneficios.
Por otros lado quién se acuerda de cuando conducíamos sin el Tom Tom, o para llamar a la oficina esperábamos a encontrar una cabina de teléfonos?

José Miguel Vilar-Bou dijo...

Estuve en las jornadas de Valencia. Me cambiaron totalmente la perspectiva.