Me gustó mucho el nuevo formato del Aula de Bibliodiversidad que por primera vez se hizo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y excelentes me parecieron los temas y ponentes elegidos. Dos tardes en dos jornadas sucesivas dedicadas, la primera, a echar “Una mirada sobre la edición francesa independiente” y, la segunda, a “El ecosistema catalán del libro” nos dieron respectivamente, una visión compacta de la experiencia del día a día de nuestros colegas franceses, -comprometidos en dar vida a los editores independientes en un país que se caracteriza por su fortísima concentración editorial-, y una ayuda para desempañar nuestra visión de la comercialización del libro en Cataluña.
Retengo de Gustavo Guerrero (Editions Gallimard) dos ideas: 1º) los editores independientes sustentan la noción de que el libro es más que un producto comercial: es una materia noble que reclama un trato especial, y 2º) la edición independiente aspira a que se garantice el equilibrio del sistema del libro para que hoy y en el futuro sea posible la edición tal y como ahora la concebimos.
Los libreros de Barcelona explicaron las dificultades con las que se encuentran para superar una concepción de la distribución que se basa, sobre todo, en la cantidad. ¿No sería mejor un rapell que premiara las pocas devoluciones y no sólo el volumen de ventas? ¿O la buena colocación en la librería? ¿O ayudas promocionales? Miguel Gallardo, presidente del Gremi de Distribuidors de Publicacions de Cataluña, argumentó con cifras la dificultad de una distribución que no contara con libros de gran difusión.
Los bibliodiversos no dejaron de preguntar y aportar sus propias experiencias en una cuestión tan sensible. Cabe preguntarse cómo puede desarrollarse la edición y la librería bibliodiversa si no se dispone de distribuidoras a la medida de sus necesidades capaces, pues, de mover una gran cantidad de “libros de fondo” en un número reducido de librerías, apenas doscientas, quizás trescientas en toda España. ¿Y las exportaciones? En los pasillos algunos apuntaban por una especie de Celesa para el mercado interior auspiciada por alguna Administración. La imaginación es libre...
Enhorabuena a la Comisión de Pequeños Editores de la Asociación de Editores de Madrid y al bibliodiverso Juan Casamayor (Editorial Páginas de Espuma) responsable en esta ocasión de la organización y desarrollo del Aula.
Federico Ibáñez
miércoles, 20 de diciembre de 2006
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