El sector de la edición en España hace ya tiempo que muestra unos síntomas preocupantes en cuanto a la insostenibilidad de sus modelos. Un alarmante estancamiento de la demanda, una sobresaturación de oferta, cuentas de resultados menguantes, una ineficiente gestión de los modelos de negocio y el corsé del precio fijo, llevan a pensar si no ha llegado el momento de preceder a una reconversión del sector en toda regla. Leía ayer en el blog de Javier Celaya que las ventas de libros en octubre en EEUU han descendido un 20% en la edición impresa, mientras que la edición digital había aumentado el 73%, hace tiempo hubiese pensado en algo coyuntural, pero ahora es evidente que se trata de algo estructural y de implicaciones profundas, y no sólo por el impacto de la crisis económica, sino que el nuevo paradigma digital y la tecnología disruptiva que conlleva está produciendo un efecto tsunami en el sector del libro. En este sentido, otra entrada de hace unos días en el blog de Joaquín Rodriguez afirmaba: “estoy por pedir un plan de rescate para el sector editorial similar al que las grandes compañías automovilísticas de Detroit han pedido al Presidente”. (También este nuestro/vuestro blog Bibliodiversidad tiene diversas entradas sobre el tema aquí y aquí)
Hay que tener en cuenta que la más que previsible llegada masiva de lectores de libros electrónicos en unos meses va a coger con el pie cambiado a los editores, y antes que la burbuja se pinche y estalle, sería necesario ir reconvirtiendo una industria y unos modelos de negocio que son económicamente insostenibles. La digitalización masiva de contenidos es la vía de salida alternativa para el sector, la irrupción de mercados emergentes en estos soportes se constituye en la hoja de ruta de la edición, seguir diciendo “vade retro” al paradigma digital es abocar al sector a una reconversión absolutamente traumática, en un plazo de tiempo mucho más cercano de lo que el establishment del sector imagina. Negar la evidencia empírica es una actitud temeraria.
Manuel Gil
5 comentarios:
Renovarse o morir. Lo que viene lleva tiempo anticipándose pero ya verás como a más de no lo pilla con el paso cambiado.
Tu reflexión, Manuel, me parece muy aclaratoria de por dónde van los tiros, y supone un aldabonazo contra tantos insensateces que los representantes españoles de la edición y del libro están sosteniendo en los últimos meses. Dos ideas de tu entrada me parecen claves: 1º La edición digital no es el enemigo, ni siquiera es el futuro: ya está aquí y los editores debemos posicionarnos en positivo, valorando oportunidades y estrategias para abordarla con inteligencia; 2º La reconversión del sector pasa por la reflexión y por el estudio de los nuevos mercados, no por la improvisación ni por el "olfato" del editor. Se necesita una hoja de ruta de la edición, no una ouija. Se trata de un plan estratégico a nivel sectorial, no de cerrar los ojos ante la evidencia de una nueva realidad que se impone.
Siento disentir, pero las profecías sobre el mundo editorial no acaban por satisfacerme. De momento, lo del libro digital es algo que está por ver. Conociendo un poco el mundo americano, yo diría incluso que en USA ya se están dando cuenta del fiasco del libro electrónico. Hay que estar preeparados para lo que venga y hay la tecnología aplicada a la edición es impreescindible y necesaria, además de buena y maravillosa. De ahí a que el futuro del libro esté en el libro electrónico y en los múltiples aparatos para la lectura, va un salto grande que el autor de este comentario se ha atrevido a dar sin ningún dato objetivo. Más que temerario, me parecen osadas esas lecturas de profetas de calamidades.
Estimado anónimo: Te remitimos a las declaraciones de Juan Domingo Argüelles: "Hemos sacralizado al objeto libro; lo hemos convertido en fetiche y tótem". Sobre el libro electrónico: "El libro electrónico es una buena alternativa para hacer llegar el material que necesita un lector y que no encuentra en librerías. El soporte es solamente eso: un soporte. El libro es solamente esto: un libro, es decir, un medio, un instrumento".
¿Libros-papel versus libro-digital?: "El libro en su soporte tradicional seguirá coexistiendo con los demás soportes habidos y por haber, hasta que llegue un día (y, si llega, ¿qué podemos hacer?) en que se extinga si debe hacerlo". Nada de calamidades ni amenazas ni catastrofismos: nuevos soportes para nuevos mercados.
http://libros.soybits.com/web/balcells-vende-derechos-digitales
En Soy Bits he leído que la Agencia de Carmen Barcells ha vendido derechos para ebook directamente a un distribuidor digital (leer-e) sin pasar por el editor. Yo tengo algunos ebooks con Publidisa y este tema me parece serio. ¿Qué sucede si los distribuidores digitales o las librerías se hacen con los derechos? ¿dónde quedamos los editores?
Publicar un comentario