miércoles, 25 de febrero de 2009

Nuevos negocios (IV)


Las anteriores entradas han originado algunos comentarios muy interesantes que abren el debate sobre la edición digital. Nuevos negocios se ofrecen a los editores, aunque solamente son variaciones sobre la actividad principal, la edición de contenidos.
Existen movimientos de adaptación de los agentes sociales del sector del libro a la nueva situación. En el comentario de Juan Carlos planteaba sobre si los ingresos que generemos se los llevarán los fabricantes de electrónica. Aunque esto sería tanto como decir que los papeleros se llevan nuestro negocio, lo cierto es que ya se están produciendo reuniones entre distribuidores y editores para ofrecer a los libreros la posibilidad de la comercialización de las máquinas lectoras y los libros-e.
Esta iniciativa tendrá que contar con la necesaria colaboración de los editores, los únicos capaces de suministrar contenidos (de momento) que haga atractivo al librero participar en la operación.
Sin embargo, es muy posible que convivan ambos establecimientos como modo de comercialización. La operación de Sony aún no ha cuajado por que una de las tres grandes cadenas de librería quiere el aparato y contenidos, y la empresa japonesa no tiene de lo segundo...pero lo tendrá sin dudarlo.
Pero es que además Google se está lanzando completamente a la piscina. y anuncia que tiene 1.500.000 de títulos disponibles para móvil.

Dando un paso más, ¿los lectores comprarán libro a libro (se lo bajaran vía Internet) o podrán suscribirse al catálogo de una editorial?
Creo que la segunda opción no hay que descartarla ya que permite tener un público fiel que, además de confiar en la editorial, adelanta unos dineros que permitirán una programación de títulos a medio plazo. No es descabellado pensar en 100 € al año por 13 libros-e. Hay que saber que las estimaciones del PVP están entre los 4 y los 8 € por título.
Ya indicábamos al final de la entrada Web 2.5 que el IVA puede ser importante a tener en cuenta.
Otra parte importante en el reparto de esta tarta/ita es la remuneración de los autores, a los que a veces se les deja de mano sni recabar su opinión o concurso. El editor deberá estimar el ahorro de costes de producción, los de gestión y comercialización, sin duda muy inferiores a los actuales. Una cuestión a resolver en el coste general la repercusión de lo que hoy supone la traducción de un origina...l para un libro-e. ¿Y los derechos internacionales?
Por otra parte, opino que serán los autores los grandes beneficiados de esta nueva manera de hacer libros. Aunque la negociación autor/editor puede ser en algunos casos muy dura: ¿de cuanto es la tirada de un libro-e? ¿pasarán a mejor vida los anticipos? ¿cuáles serán los mecanismos de control de las ventas?
Los peuqeños editores independientes debemos YA de ponernos mano a la obra, porque el alud se puede originar, desde hoy, en cualquier momento.

Jorge Ruiz

miércoles, 11 de febrero de 2009

¡Increíble, pero cierto!


Mientras escribía la siguiente entrega de nuestra novela río sobre la edición digital, se ha cruzado la noticia publicada hoy en Público que parece de chiste, pero que indudablemente no lo es.
Viene a cuento de la presentación del nuevo lector de Amazon, el Kindle 2 (que según muchos no resuelve los problemas de la anterior versión, aunque mejora ciertas prestaciones). Una de sus virtudes es que puede transformar un texto en voz a voluntad del lector.
Se pregunta el diario ¿Es legal leer en voz alta? No es una broma.
El Director Ejecutivo de Authors Guild (similar a la SGAE) afirmó en una entrevista que "Amazon no tiene los derechos para que su dispositivo pueda leer en voz alta".
Según abogados expertos en derechos de autor, solamente tenemos derecho a leer en voz alta una obra con copyright siempre y cuando nos encontremos en un ambiente privado y personal".
¿Hay quién dé más?
Si se lee en voz alta en EE.UU una obra con copyright se está infligiendo la ley. Supongo que si se lee en un colegio (algo habitual) en voz alta, irá el sheriff a por el profe y los alumnos ¿no?
¡Menos mal que El Quijote no tiene copyright, si no menudo negocio sería recaudar en la lectura pública el 23 de abril!

Jorge Ruiz

PD: El artículo tiene ¡¡82 comentarios!!

La edicióm digital (III)



A finales del pasado año, L’Associació d’Editors del País Valencià, (una buena página, que está en valenciano pero se entiende muy bien), organizó en el Monasterio de San Miguel de Los Reyes, el Fòrum Digital del Llibre Valenciá.
Hubo invitados de lujo de los cuales voy a reseñar algunas ideas que vienen bien para las reflexiones de estos días.
José Antonio Millán abrió el acto destacando la transformación que va a tener la edición en papel. Afirmó que "al contrario que el libro en papel el digital está constantemente en construcción".
Este aspecto es muy importante para los editores de contenidos profesionales, académicos y científicos (aunque no cabría descartar que una novela se pueda reescribir varias veces su final). Aquellos que aún están pensando en el soporte de los CD Rom y DVD's, dentro de unos años se quedarán obsoletos.
El camino va por un Soporte Electrónico de Contenidos (SEC) donde lo que se vea u oiga sea multimedia: leer mientras oyes la 5ª Sinfonía, o tener un hipervínculo a un video con una entrevista al autor, o hacer tus propias anotaciones que puedes enviarle al autor por correo-e, o suscribirte al catálogo de una editorial digital.
Por otro parte, estuvo presente el editor de contenido digital de Anaya, Carlos San José, el cual se decantó por el formato XML para la digitalización de libros. Así mismo, manifestó que la edición digital ofrecerá oportunidades a obras de autores que de otro modo no se editarían.

Aclaremos este concepto de XML. Esto ni más ni menos con un software multiplataforma. Es decir, al igual que el HTML de las página web, se adapta al tamaño de la pantalla sin tener que hacer ajustes. El XML permite editar los libros-e sin pensar en ningún dispositivo específico. igual da Kindle, Papyrus, Sony,...o un iPod (que algunos piensan que será la máquina del futuro).
La utilización de este formato optimiza los costes ya que no hay porque adatarse a ninguna máquina específica.
El pasado 13 de enero, hubo un encuentro de editores en New York (no recuerdo haber leído la presencia de ningún español), en el que se manifestaron distintas posiciones. Según publica Publishers Weekly, el delegado de Hachette Book Group, David Young, afirmó que su grupo se decanta claramente por este formato, manifestando que "según los últimos estudios en el mundo hay 3.000 millones de aparatos de bolsillo, lo que significa 3.000 millones de páginas en blanco".
La representante de Harper Collins, dijo que su grupo había pasado de la cautela a la apuesta decidida. publicando todo el catálogo también en e-book.
Evan Schnittman de Oxford University Press, se refirió a las ventajas del XML para mejorar los resultados de las búsquedas en Google, ya que la capacidad de poner los libros y otros documentos en fragmentos (chunks) incremente las posibilidades de que sean localizados mediantes búsquedas normales y no a través de Google Book Search.
Como vemos uno de los aspectos principales para la edición digital es escoger bien el formato en el que queremos que nuestros libros-e se editen. Sin embargo, hay muchos editores que pueden avanzar un paso mientras desenredan el nudo gordiano, ya que tienen el formato PDF a mano (en la tripa de sus ordenadores), y con ello pueden tener resuelto, en un primer momento, un problema que gravita sobre la decisión a tomar.
Tenemos que cambiar el chips y pensar de otro modo. ¿Alguien sabe en cuantos años hemos pasado del fotolito al PDF, y este directamente al CTF, y luego (ahora) al CTP? Yo he buscado en mis archivos y tengo todavía la presentación en el Aula de Formación de la Asociación de Editores de Madrid, con fecha ¡¡¡mayo de 2004!!!
Para terminar por hoy, unos datos refrescantes: El IDPF ha publicado el informe de ventas de libros-e en EE.UU. (único país con datos económicos) . El pasado mes de noviembre las ventas han aumentado un 108% en tasa interanual respecto al mismo mes del 2007, mientras las ventas del papel han bajado un 20%.

Jorge Ruiz


martes, 10 de febrero de 2009

Golpe de timón


Decíamos ayer que

¿Problemas...? cientos: consumo desmesurado de materias primas, tiradas excesivas, subasta de títulos y autores, aparición de las cadenas de librerías y cierre de librerías, distribución imposible, sobreprecio del "objeto", almacenes a rebosar, saldos a un año de la novedad, premios amañados,... ¿Alguien da más?
Si lo pensamos con frialdad todo está encadenado y dependiendo de un solo y primigenio eslabón: nos afecta igualmente a nosotros la crisis sistémica. Y la única forma de dar un golpe de timón es plantearnos un cambio en profundidad. Este no puede ser nada más que adaptar la transmisión del pensamiento a los nuevas herramientas y soportes y, paulatinamente, ir sustituyendo el papel por la edición digital.
Dicho así parece radical y, efectivamente, lo es.
Pongamos un ejemplo: el papel se fabrica a partir de la pulpa de los árboles a través de un proceso que no vamos a detallar aquí. Lo que nos interesa para la discusión es saber si nuestra contribución a la reducción de la masa arbórea del planeta es sostenible o no. No hay un solo argumento que pueda explicar porque nos resistimos a usar ya las nuevas tecnologías de edición digital.
Su utilización resolvería a corto plazo muchos de los problemas actuales del sector y para otros abriría caminos a su solución. No quiero entrar en la exposición de datos y estadísticas sin antes considerar ciertos efectos de este golpe de timón. En noviembre de 2007 ya escribíamos aquí sobre el reto existente para los futuros editores. Fui muy prudente, el futuro ya está aquí.
Por si alguien lo duda, a mi también me pone tocar una cubierta u oler un libro recién impreso o deleitearme con unas buenas ilustraciones,...pero todo eso es romanticismo, aquí estamos hablando de como una industria responsable puede enfocar su negocio respetando el medio ambiente. Las resistencias al cambio se han dado en todas las épocas y esta no iba a ser menos.
Hay todavía quién se muere por sacar una crítica en este o aquél suplemento literario, sin darse cuenta de que esos suplementos ni son independiente (rinden vasallaje), ni son ecuánimes. Hoy la fiesta va, y cada día más, por las redes sociales, los blogs, facebook, myspace y comunidades virtuales.
Y no nos olvidemos que el cambio afectará también al libro de texto. Northwest Missouri State University, ha desarrollado un programa de e-textbooks (libros de texto electrónicos) con 200 estudiantes y este año quiere extenderlo a 4.000 de sus 6.500 alumnos. El Presidente de la Universidad piensa que "en tres años podremos prescindir totalmente de los libros de texto impresos". Y Sony está trabajando sobre un lector más específico para el mundo educativo a fin de resolver los problemas de anotaciones e hipervínculos.
Pero debemos tener claro un aspecto esencial: en el sector del libro conviven empresas de muy distinto tamaño y ello conllevará una forma distinta de afrontar los problemas y sus soluciones.
Unos no lo ven urgente, otros esperan el que hará el de enfrente, otros deprisa, deprisa, otros que afirman con gran solemnidad "el libro es el soporte definitivo" y, finalmente, otros que montan un grupo de trabajo para estudiar el problema. Todos y cada uno estamos adcritos a un grupo u otro.
En mi opinión el SEC (Soporte Electrónico de Contenidos) traerá más de un dolor de cabeza a más de uno. Enunciemos algunos:

1) Formato en el que se digitalizan los libros (recordemos la guerra de los VHS, Beta o 2000).
2) Comercialización de los lectores ¿tiendas de electrónica o en librerías?
3) Suscripciones a catálogo de editoriales digitales.
4) DRM
5) Modificaciones en las relaciones entre los agentes sociales de la edición.
6) Caducidad del texto, actualización, valor añadido.
7) Eliminación de los derechos territoriales.
8) Fin del marketing escaparatista (pilas) y nuevos modelos de promoción.
9) ¿Almacenes? ¿Saldos? ¿Precios?

Y mañana más

Jorge Ruiz

lunes, 9 de febrero de 2009

Titanic


No he podido resistir la tentación de poner esta viñeta. El barco se hunde y siempre hay alguien que aconseja optimismo aunque eso no sirva para nada. Pero en estas viñetas que son auténticos editoriales, podemos hacer un ejercicio de reflexión: 1) cambiemos el personaje por cualquier otro y suena la historia a repetida y, 2) ¿que futuro les espera a los pasajeros de un barco cuyo final estaba anunciado? Una de dos, o se hunden con el trasatlántico o las frías aguas con multitud de tiburones que acuden al festín (la Bolsa baja pero las acciones se venden a "tiburones" con cash que esperan tiempos mejores), será su ataúd.
No estamos hablando de crisis económica sino de una crisis sistémica. Hay que cambiar el paradigma (este sí) de los valores que gobiernan el mundo...occidental: riqueza sin importar el sacrificio del planeta, enriquecimiento fácil sin mirar los medios, competencia en lugar de colaboración,... y podíamos seguir. En resumen, ya no basta con decir con buena conciencia, "otro mundo es posible", hay que cambiar el paradigma (dichosa palabrita) por el de otro mundo es necesario.
¿Y nosotros, los del libro, que podemos hacer?

Se me ocurre que debemos abordar el problema desde su raíz, nos guste o no el análisis y sus posible conclusiones. ¿Y después? Cambiar... para cambiar (y no para que todo siga igual).
Desde hoy iniciaremos una serie de reflexiones que espero sirvan de contraste de pareceres sumando y no restando. Creo que es esto lo que tenemos que hacer, y no soltar filípicas desde los púlpitos (sean estos de papel impreso en suplementos decadentes o papel virtual).

A modo de introducción
El sector del libro es es un eslabón básico de los que venimos denominando Cultura. A ello hay que añadir que es una industria con una participación muy importante en la economía real del país. Pero como industria no nos parecemos en nada a los fabricantes de tornillo, por ejemplo. Tenemos entre nuestras manos (nunca mejor dicho) la transmisión del pensamiento humano, no en exclusiva pero si mayoritariamente. Ello implica unas características peculiares en la industria cultural. Siempre, siempre, el pensamiento humanos ha buscado modos, herramientas, instrumentos para poder transmitirse.
¿Quién de nosotros no tiene en su catálogo un texto que se refiera a la Historia, bien sea en forma de ensayo, novela o divulgación? Si miramos sin complejos a nuestra más tierna infancia, veremos que los humanos hemos utilizado las más diversas formas para comunicarnos, entendernos y transmitir nuestras ideas. Desde las paredes al papel impreso pasando por cualquier otro medio físico donde estampar, inscribir, escribir o grabar. Hoy el medio más utilizado es el papel, al cuál le está saliendo alguna competencia.
La incorporación al sector del libro de los grandes grupos de comunicación multinacionales, ha distorsionado lo que era el pacífico ejercicio de transmitir conocimientos e ideas. La pugna por ocupar más y más cuotas de mercado originó una avalancha de producción desmesurada, excesiva, transformando el medio en un fin en si mismo.
¿Problemas...? cientos: consumo desmesurado de materias primas, tiradas excesivas, subasta de títulos y autores, aparición de las cadenas de librerías y cierre de librerías, distribución imposible, sobreprecio del "objeto", almacenes a rebosar, saldos a un año de la novedad, premios amañados,... ¿Alguien da más?

Como decía aquella pareja fantástica de cómicos, "mañana hablaremos del Gobierno". Como también tengo que editar algún libro que otro, nos vemos mañana y hablaremos...

Jorge Ruiz